sábado, 2 de febrero de 2013

Lección 10. Amar es agradecer


La gratitud es el sentimiento que inmediatamente nos sintoniza en el amor. Al agradecer reconocemos que lo que llega a nosotros es una bendición. Hasta los hechos que consideramos como negativos o malos, se transforman en motivos de agradecimiento.

Es difícil sentirnos infelices si estamos agradeciendo, reconocemos que todo lo que llega es para nuestro mayor bien. Agradecer es amar, sentir que diariamente, minuto a minuto tenemos motivos para sentirnos amados. El agradecimiento es una llave mágica que abre las puertas de la paz y acaba la lucha interna que surge cuando lo externo es diferente a lo que deseamos.

Es imposible para seres finitos, con limitada conciencia de lo que es Dios, llegar a comprender la magnitud de la creación y su funcionamiento. Somos como niños de cuatro años ante un padre preguntado todo el tiempo ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?. Cuando vamos creciendo, viviendo, madurando comenzamos a entender los porque y los para que, y aunque en no podamos encontrar las respuestas, simplemente damos gracias.

Cesa la guerra cuando dejamos de luchar con las cosas que ocurren y en un estado de fe, solamente decimos: hágase tu voluntad; aunque nos duela. Podemos elegir sumergirnos en el dolor o  agradecer el regalo escondido. Aún en las situaciones más dolorosas, como la muerte de un ser amado podemos agradecer: sentirnos bendecidos por todo lo bello que vivimos, valorar más nuestra vida, aprovechar el tiempo que tenemos con quienes quedan, sentir que el amor nunca muere, o tener más compasión por las personas que pasan por el mismo dolor.

Existen miles de regalos que se nos dan gratuitamente y pocas veces somos conscientes de ellos. Cuando comenzamos a meditar sobre todo lo que recibimos sentimos que vivimos en un mundo de abundancia ilimitada. Valorar que tenemos tanto, hace nacer en nosotros la generosidad, para ayudar de alguna manera a quienes tienen necesidades. 

Te invito a que tomemos algunos minutos para escribir todo lo que tenemos que agradecer: la vida, familia, amigos…el tiempo, el aire, el cielo, el sol, la tierra..., nuestro cuerpos, manos, pies…la casa donde vivimos, la cama, el computador, el internet, el poder leer, y el tener el tiempo y las ganas de aprender a amar mejor...

Gracias a ti, que dedicaste tu valioso tiempo a leer esta breve reflexión. Oro por los dos, y por el mundo entero, para que día a día tengamos mayor espíritu de agradecimiento.

Liliana

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